Grossland de Maguy Marin

Groosland creado en 1989 para el Het National Ballet de los Países Bajos, Maguy empujó los límites de lo imaginable y lo factible en el ballet clásico, utilizando los Conciertos de Brandenburgo de Bach.

La coreógrafa imagina un baile alegre con almas populares y con un coro de personajes obesos, rompiendo así, no sin malicia, con el horizonte de expectativa de balletomaníacos. Nuevamente, el desafío no es menor, ya que no se trata solo de el coreógrafo para revolucionar la mirada de los espectadores pero también para transformar la corporeidad de los bailarines del cuerpo de ballet. En otras palabras, para intérpretes con experiencia en todo tipo de destrezas, Grosssland lo tiene todo, una adaptabilidad física excepcional y un trabajo de imaginación corporal diferente a la suya.

En resumen, es con irreverencia, humor y con sesgos estéticos, éticos y políticos, que la coreógrafa cuestiona los estándares que prevalecen en el ballet clásico, como una forma de enfatizar que no hay nada absoluto sobre el ideal de belleza, que es producto de la historia.

Anne Pellus