La compañía del teatro de la opera de Italia presenta esta versión del la bella duermiente. En la corte del rey Florestano XXIV se celebra el nacimiento de la princesa Aurora, que se presenta a los cortesanos. Las seis hadas llegan para traer, con sus caballeros, regalos y bendiciones. La serenidad de la fiesta está preocupada por la aparición del pérfido hada Carabosse, extremadamente irritada por no haber sido invitada a la ceremonia y que pronuncia una terrible maldición: Aurora a los dieciséis años morirá después de señalar con el dedo. El hada Lila, símbolo del Bien, cambia la maldición: Aurora no morirá, dormirá profundamente y un beso de amor la despertará. Frente a las puertas del palacio, tres mujeres están ocupadas trabajando en planchas, contradiciendo el decreto real que había prohibido el uso de cualquier objeto punzante. El rey y la reina perdonan a las mujeres en el cumpleaños número 16 de Aurora. Las vacaciones comienzan, la princesa baila el adagio de la rosa con los cuatro pretendientes, pero la pérfida Carabosse, con un vestido viejo, ofrece flores de Aurora que ocultan una aguja. La maldición se hace realidad. Aurora se queda dormida, pero todo el patio también se queda dormido, mientras que el hada Lila con un hechizo envuelve el palacio en un bosque intrincado. Cien años después, en un claro, el príncipe Florimondo juega con sus compañeros. Dejado solo, se encuentra con el hada de las Lilas, quien, provocando la visión de Aurora, cuenta la historia. Florimondo, dirigido por el hada, va al castillo. La resistencia de Carabosse gana y, cuando llega a la cama de Aurora, la besa y la despierta. Todos vuelven a la vida y la joven pareja es bendecida por los padres de Aurora. Al final, se celebra la boda de Aurora y Florimondo.